martes, 25 de septiembre de 2012

Los pasos de la cata



Catar es un arte muy antiguo. Esta palabra tiene diferentes significados: gustar, probar, analizar e incluso disfrutar. Los participantes en la cata organizada por la Quesería de la Sierra Subbética compararon y analizaron cinco variedades de queso, en orden de cata, guiados por uno de los expertos de la quesería.  

La técnica consistió en medir y evaluar la apariencia, la textura, el olor y el gusto, mediante la información obtenida a través de los sentidos. 

La vista percibió las características de apariencia del queso, tanto externas (forma, tamaño, corteza), como internas (pasta), mientras que el tacto les aportó información sobre su textura.  

Acercando el queso a la nariz se percibió el olor e intensidad. Se cree que el sentido del olfato es hasta mil veces  más sensible que el sentido del gusto. El olor del queso lo constituyen todos los volátiles que se perciben por la nariz durante la olfacción directa, mientras que el aroma es el conjunto de sensaciones que detectemos por vía retronasal durante la degustación. Y finalmente culminaron con el sabor que deja en el paladar, a través del órgano del gusto.

La cata empezó con el análisis del queso gallego San Simón, elaborado por la quesería Prestes, con leche de vaca. De textura elástica y color amarillento este queso se caracteriza por su aromático olor a ahumado, su sabor láctico y muy mantecoso.

  
A diferencia del San Simón, el queso de pasta blanda de Los Balanchares, el siguiente en el desarrollo de la cata, es un queso desuerado por su propio peso, con corteza aromatizada con finas hierbas, de textura mantecosa, color blanco, y sabor láctico y ligeramente acido.
 

Entre cada queso se probaron frutas frescas que permitieron limpiar la boca y arrastrar la grasa del queso, continuando así la degustación con una sensación agradable. 

La torta extremeña con cuajo vegetal conseguido de la flor del cardo "Cynara Cardunculus" fue el tercer queso catado. Unas de las características específicas a éste fueron la textura débil, mantecosa,  especifica a este tipo de cuajo, el olor fuerte y el sabor amargo. Como curiosidad, los participantes descubrieron que el zumo del limón puede ser utilizado como cuajo casero. 

Llegando a la leche cruda, un queso de mezcla con 70% de leche de cabra y un 30% de oveja, de pasta prensada, también de Los Balanchares, se insistió en las particularidades que la maduración y este tipo de leche tienen en la personalidad del queso. 

El mejor formato para conservarlo es un formato grande, que permite más de un año de curación, resultado que se va a notar en el sabor del queso. También se destacó que el picor del queso debe aumentar al final de la degustación.

La cata culminó con el  maridaje entre el Cabrales asturiano, un queso azul, de sabor fuerte con una corteza sufrida, y el vino dulce Pedro Ximenez, especifico de la zona. En cuanto al vino que acompaña al queso, a  los participantes se les recomendó el contraste de sabores.


                             

0 comentarios:

Publicar un comentario


Ver Quesería de la Sierra Subbética, S.L. en un mapa más grande